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sábado, 4 de marzo de 2017

vive

Puedo contarte historias muy tristes como por ejemplo la de aquella niña problemática a la que le tacharon de no tener carácter, y como consecuencia, se forjó una personalidad demasiado fuerte, demasiado complicada para aceptar la normalidad como modo de vida. O aquella de la adolescente que perdió su virginidad con un niñato que se creía tan adulto como para darle un cabezazo por no saber dónde había estado,y como consecuencia, la adolescente dejó de creer en el amor. Es más, conozco otra, la de una joven que al volver a casa, estando en su portal, un extraño le bajó los pantalones y la empezó a tocar. Ella no llevaba falda, ni larga ni corta, sino pantalones y era ya de día. Y como consecuencia, la joven se dio cuenta de que las cosas más terribles le pueden pasar a cualquiera cuando menos se lo espera. Incluso podría contarte esa que ya conoces, la de la mujer que trabajaba moldeando palabras y luego no las decía nunca, y como consecuencia, ella aprendió que si no eres valiente cuando debes serlo, pierdes más que si lo hubieras sido. 
Son historias tristes, que le pueden pasar a cualquiera, puedes verlas escritas en un cuento, pero no olvides que también pueden ser reales. Intenta aprender de ellas, intenta que no te pasen, pero si, Dios no lo quiera, suceden, recuerda a la niña que salió adelante, a la adolescente que años más tarde encontró el amor, a la joven que no perdió la sonrisa ni las ganas de seguir viviendo o a la mujer que se hizo valiente. Trata de hallar siempre una forma de salir de tus problemas, intenta aprender algo nuevo cada día, y si de verdad quieres conseguir algo, lucha con todas tus fuerzas y lo acabarás logrando. La vida puede verse muy negra en algunos momentos, como si la luz se hubiese apagado y el camino se hubiera borrado, párate un segundo si quieres, o los que hagan falta, inspira hondo, y continúa, porque tarde o temprano, siempre sale el sol. Y si no lo ves, sé tú el sol de este mundo, y brilla. Brilla fuerte y brilla alto porque con sus más y con sus menos, la vida es maravillosa, y al final el dolor se irá. Enseña con orgullo las cicatrices que te han hecho más fuerte, más sabia, más viva. Y nunca dejes de creer que puedes conseguirlo, que estas historias que te cuento, no te desanimen. Son historias tristes sí, pero de una vida que merece ser vivida, de una persona que aprendió a seguir siempre hacia delante, combatiendo sus miedos, las adversidades y el dolor con fuerza, con garra y con ilusión. Es la historia de una persona normal de carne y hueso, como tú, que ha entendido que la vida, hay que vivirla al 100% todos y cada uno de los días, porque no sabemos dónde estaremos mañana y el placer que se siente al sonreír y ser feliz es más grande que ninguna historia que haya podido ocurrir.

Puedo contarte historias muy tristes que no creerías que son verdad, pero lo son. Lo que pretendo decirte es que no debes tener miedo a caer, a decir lo que piensas o a ser quien eres. Pero sobre todo, 

no tengas miedo de vivir

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